13 agosto, 2020

¡Estos gilipollas! CONTROL DE LA COVID19

Como no tienen ni puñetera idea (y creedme que soy fino). Dentro del maremágnum en que han convertido las ampliaciones y las restricciones, el ir y el volver en este estado de desespero; ahora vienen los gallegos -sus políticos-, y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, pretenden que el transmisor es el humo del tabaco.

El caso es joder a alguien. O sea, que ¡gran descubrimiento!, nos prohíben fumar a los fumadores y se acaban los contagios. Y en seguida, se apuntan las ONG'S con 80 mil seguidores, a quienes dan espacio nuestras magníficas TV's. Os voy a seguir haciendo las cuentas, gilipollas. Vamos a poner sólo 10 millones de cajetillas, a una media de 5€ al día, 50 mill. de euros al día, por 365 días igual a: 18.250 mill de euros, y de ellos un poco más de la mitad son impuestos, que les tenían que cobrar al gallego, a los que le han asesorado y a los imbéciles de nofumadores.org.

Pero para cuando se quiera demostrar que eso es una pura patraña, ya nos habrán cosido a impuestos a todos. Eso se llama solidaridad a la española. Y los pueblos, todos, esperando aún noticias claras de qué es el virus, cómo se transmite... No lo saben, no tienen ni puta idea. Sólo saben prohibir.

No piden que se multe a los jugadores fútbol que escupen en el césped y luego ellos mismos u otros compañeros o rivales, se tiran a él para llevárselo todo. A los que llevan la mascarilla por debajo de la nariz. Están creando tal clima de hostilidad entre ciudadanos, que ya no será precisa una guerra; ya estamos en guerra.

No protestan porque cuando el pico del contagio era más alto; cuando más temor y más incremento había, cuando se acumulaban los cadáveres en las instalaciones de actividades deportivas sobre hielo... No era obligatorio usar mascarillas más que en lugares cerrados. Ahora hay que vender todas las que compraron, hay que mantener a todos los que han derivado sus negocios a una actividad más lucrativa. No se castiga a quienes mantienen a sus trabajadores en condiciones de esclavitud y contagian a poblaciones enteras. Aquí los canallas siempre ganan. Mañana me voy a duchar con ella. Sinvergüenzas. ¿Nadie recuerda que somos los reyes de la especulación y que a nosotros el bienestar del pueblo nos da igual?

No se enfangan en ver qué sucede en los centros de salud, bueno, en las llamadas que nadie atiende.

No vigilan que las medidas de seguridad se sigan manteniendo en los comercios. Hay un negocio próximo cuyo propietario, de origen árabe, no ha atendido a la clientela ni en los peores momentos con mascarilla, pero "nadie" lo ha visto, ni los vecinos policías. Yo no he vuelto.

Se rascan los güevos y nos aplican a los demás el hierro.

Estoy hasta los mismos de esta sarta de inútiles, de televisiones codiciosas que no buscan informar, sino cabrear.

Estoy hasta los mismos de seguir viviendo en este país de pandereta donde es más importante el fútbol y los toros, que el teatro o los conciertos.

A cascarla a Parla.